El tipo que se creía yo

El tipo que se creía yo quería amar una mujer como tú.
Quería rodear con sus manos eso que llamas cuerpo,
Quería desnudar con sus palabras tu ingenuidad,
No lo pudo evitar.

El tipo que se creyó yo, daría la vida por ti,
(yo también.)
Con tal de verte sonreír era capaz de secar el mar,
Aunque éste tuviera sabor de güisqui sin mezclar,
Tamaño de cubata y de orilla la barra de un bar,
Él no lo podía evitar.
(yo tampoco.)

El tipo que se creía yo, no fue capaz de hablar.
De explicar que tu mirada era la mejor casualidad,
La única razón que le quedaba para creer la realidad.

El tipo que se creía yo se puso a soñar.
Creía que con tu risa había espantado la soledad.
Las noches en vela, las lágrimas en la oscuridad.

El tipo que se creía yo se tuvo que despertar.
A su lado no había una princesa,
Ni siquiera un número de teléfono al que llamar.

El tipo que se creía yo tuvo que confesar.
Me había robado una noche,
Y a mi cuenta había cargado una barbaridad.

El tipo que se creía yo se hizo perdonar.
“Al fin y al cabo, -me dijo-, tu también te hubieras podido enamorar.
Eran tan guapa que hacía fea la sinceridad.”