No hay mañana
-dijo el atardecer-.
Pensó que su momento
Era eterno otra vez.
Como cada día,
El sol al caer,
Empuja su ánimo,
Le invita a creer
Que será siempre
Un orgulloso atardecer.
Cierra el día
El ocaso
Y abre la noche
Su guarida.
Escondite que le descubre,
La levedad de su ser,
Discontinuo pero eterno,
Eterno a más no poder.
1 comentario:
Tienes que ver los atardeceres desde la otra orilla. Estuve en Portugal hace unas semanas y se ven los atardeceres impresionantes.
¿Cómo fue la charla?
Un abrazo
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