jueves, 20 de noviembre de 2008

Sitios

No fue poema el primer hombre,
más poeta tuvo que ser Adán.

Llamó río al río, mar al mar,
fueron otros, más prosaicos,
que pusieron apellidos al lugar.

Primeros linajes de nombre noble,
majestuosos como Tenochtitlan,
imperiales como Mare Nostrum,
originales como Madagascar.

Segundo linaje de corte burgués,
urbanos como New York,
bohemios como París,
caóticos como Las Vegas.

Tanto nombraron que a cada
grupo de calles se le llamaba
de forma particular;
decían "periferia",
y eso restaba rango social.

Las personas nunca fueron los sitios,
y por ahi se empezaron a equivocar.
¡Pensaron que un humano con derechos
dependía del apellido de su lugar!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Curioso, original e interesante. Desde luego, como ya te habré dicho otras veces, escribes bien, pero además sabes lo que escribes.

Besos